¿Cuándo se debe considerar la extracción de dientes?

La extracción dental, la extracción de un diente de su alvéolo en el hueso, es un procedimiento dental que a menudo se considera cuando otros tratamientos no son factibles o cuando preservar el diente presenta riesgos para la salud bucal.


Si bien los dentistas priorizan la preservación de los dientes naturales siempre que sea posible, hay situaciones en las que la extracción se vuelve necesaria para mantener la salud bucal general y aliviar el dolor o el malestar.


Si bien la extracción generalmente se considera un último recurso, existen varios escenarios en los que puede ser necesaria para aliviar el dolor, prevenir complicaciones o restaurar la función y la estética bucal.


Al comprender las indicaciones para la extracción dental y consultar con un profesional dental calificado, los pacientes pueden tomar decisiones informadas sobre su salud bucal y recibir una atención adecuada adaptada a sus necesidades individuales.

Razones para hacer una extracción dental

Daño irreparable a los dientes

Una de las principales razones de la extracción de dientes es el daño irreparable a la estructura del diente. Este daño puede ser el resultado de caries graves, traumatismos o fracturas que comprometen la integridad del diente sin posibilidad de reparación. En tales casos, los intentos de salvar el diente mediante tratamientos como empastes, endodoncias o coronas pueden resultar ineficaces o insostenibles. La extracción del diente se vuelve necesaria para evitar un mayor deterioro y posibles complicaciones, como infección o formación de abscesos, que podrían poner en peligro los dientes y tejidos circundantes.


Enfermedad avanzada de las encías

La enfermedad de las encías, también conocida como enfermedad periodontal, es una infección bacteriana que afecta las encías y las estructuras de soporte de los dientes. En sus etapas avanzadas, la enfermedad de las encías puede provocar daños importantes en el ligamento periodontal y el hueso alveolar, lo que puede provocar aflojamiento o pérdida de los dientes. Cuando la enfermedad de las encías llega a un punto en el que la estabilidad del diente se ve comprometida, se puede recomendar la extracción para prevenir la propagación de la infección y preservar la salud bucal en general. La extracción también puede ser necesaria en los casos en que la pérdida ósea grave dificulta el soporte del diente.


Muelas del juicio impactadas

Las muelas del juicio, también conocidas como terceros molares, suelen salir entre los 17 y los 25 años. Sin embargo, debido al espacio limitado en la mandíbula o a una alineación incorrecta, estos dientes pueden quedar impactados, lo que significa que no pueden emerger completamente a través de la línea de las encías. Las muelas del juicio retenidas pueden causar diversos problemas, como dolor, infección, formación de quistes y daño a los dientes adyacentes. En tales casos, se puede recomendar la extracción de los dientes impactados para aliviar el malestar, prevenir complicaciones y preservar la salud bucal.


Tratamiento de ortodoncia

En algunos casos, se puede recomendar la extracción de dientes como parte del tratamiento de ortodoncia para abordar el apiñamiento o la desalineación de los dientes. Al extraer estratégicamente uno o más dientes, los ortodoncistas pueden crear espacio para alinear adecuadamente los dientes restantes y lograr una alineación óptima de la mordida. La extracción dental junto con el tratamiento de ortodoncia tiene como objetivo mejorar tanto la función como la estética de la sonrisa, mejorando la salud dental general y la simetría facial.


Preparación para el tratamiento protésico

La extracción de dientes también puede ser necesaria como paso preparatorio para un tratamiento protésico, como dentaduras postizas, puentes o implantes dentales. Cuando los dientes están gravemente dañados, cariados o mal colocados, es posible que sea necesario extraerlos para dar paso a la colocación de prótesis que restablezcan la función y la estética. La extracción en estos casos permite la creación de una base estable y saludable para la restauración protésica, asegurando el éxito a largo plazo y la satisfacción del paciente.


Dolor o infección persistente

El dolor dental persistente, la infección o los abscesos que no responden a tratamientos conservadores como antibióticos o terapia de conducto pueden indicar la necesidad de una extracción. Estos síntomas a menudo indican problemas subyacentes, como caries extensas, estructura dental comprometida o infección recurrente que no se pueden abordar eficazmente por otros medios. La extracción dental en tales casos tiene como objetivo aliviar el dolor, eliminar la infección y prevenir la propagación de enfermedades a los dientes y tejidos vecinos.


Anomalías del desarrollo o dientes supernumerarios

En algunos casos, las personas pueden desarrollar dientes adicionales (dientes supernumerarios) o experimentar anomalías del desarrollo que afectan la cantidad, el tamaño o la forma de sus dientes. Estas anomalías pueden provocar apiñamiento, impactación o desalineación de los dientes, lo que puede provocar problemas funcionales y estéticos. Se puede recomendar la extracción de dientes para abordar estos problemas, restaurar la alineación dental adecuada y prevenir complicaciones asociadas con el desarrollo anormal de los dientes.